EL MANUSCRITO DUMFRIES

Plegaria introductoria

Que el Padre Todopoderoso de Santidad, con la sabiduría del glorioso Jesús, por la gracia del Espíritu Santo, que son tres personas en un solo Dios al que imploramos, esté con nosotros al comienzo y nos conceda la gracia de encaminarnos hacia Él en esta existencia mortal de aquí abajo, de modo que podamos llegar a su Reino, que no tendrá fin. Amén.

Prefacio

Bondadosos hermanos y compañeros, nuestra meta es daros a conocer de qué manera nació esta excelente ciencia de la masonería, cuando y cómo empezó, y asimismo cómo se la sostuvo, favoreció y reverenció por los más famosos y bravos héroes de la tierra, desde reyes y príncipes hasta toda suerte de gente inteligente en grado sumo; al igual que las obligaciones de todos los masones verdaderos y cualificados, a quienes se les ha enseñado a conformarse a la más estricta lealtad y a mantenerse en guardia si desean ser recompensados.

La forma del juramento

Las obligaciones que ahora os enumeramos, así como las restantes obligaciones y secretos que se relacionan con los franc-masones y con todos quienes han sido acogidos en su asociación por curiosidad, al igual que las deliberaciones de esta santa logia, cámara o sala, no deberéis divulgarlos ni desvelarlos, ni directa ni indirectamente, a cambio de algún don, presente o recompensa, ni por cualquiera otra razón, sea a padre o madre, hermana o hermano, o hijos, o extraños o a cualquiera otra persona.

La manera como empezó al principio

Las siete ciencias liberales
Hay siete ciencias liberales.
La primera es la teología, que enseña las virtudes lógicas.
La segunda es la gramática, unida a la retórica, que enseña la elocuencia y cómo hablar en términos sutiles.
La tercera es la filosofía, que es el amor a la sabiduría, por la cual se concilian los dos términos de una contradicción, se vuelven rectas las cosas curvas y las negras se tornan blancas, gracias a una regla de contrarios, etc.
La 4ª es la música, que enseña el canto, el arpa y el órgano así como todo tipo de música vocal e instrumental; hay que recordar que esta ciencia no tiene ni punto medio ni final.
La 5ª es la lógica, que descubre la verdad entre el error y sirve de guía a jueces y hombres de ley.
La 6ª es la geometría, que enseña a medir los cielos materiales así como todas las dimensiones de la tierra y todo lo que en ella se contiene.
La 7ª y última de las ciencias es la astronomía, con la astrología, que enseña a conocer el curso del sol, de la luna y de las estrellas, adornos celestes.
Todas las 7 ciencias se fundan en la geometría, de lo cual concluimos que esta excelentísima ciencia da apoyo y ayuda a las restantes; o sea que no hay nadie que, en un oficio, no trabaje mediante una medida y no dependa enteramente de la geometría, pues sirve para pesar y medir todo tipo de cosas sobre la tierra: especialmente a los labradores y cultivadores de tierras en granos y semillas, viñas y flores, plantas y demás. Pues, sin geometría, ninguna de las demás ciencias sirve a los hombres para medir.

Voy a contar cómo empezó esta ciencia al principio

Los Hijos de Lamek y las dos columnas
Antes del diluvio de Noé, había un hombre llamado Lamek que tenía dos mujeres. Una se llamaba Adah; esta Adah dio a luz dos hijos, el mayor de nombre Jabel y el otro Jubal. Y la otra mujer tuvo un hijo llamado Tubalcaín y una hija de nombre Naamah. Y estos hijos inventaron todas las ciencias y oficios del mundo.
Jabel era el mayor e inventó la geometría; poseía rebaños de ovejas y alumbraron corderos en los campos, a los que construyó refugios de piedra y madera, tal y como podéis hallarlo en el 4º capítulo del Génesis. Y su hermano Jubal inventó el arte de la música vocal e instrumental. Y el tercer hermano inventó el trabajo de forja, en cobre, acero y hierro. Y su hermana inventó el arte de tejer y del manejo de la rueca y el huso.
Estos hijos supieron que Dios quería vengarse del mundo por sus pecados, fuese por el fuego, fuese por el agua. Sin embargo, preocupados ante todo por el provecho de la posteridad, prefirieron antes las ciencias que habían inventado que sus propias vidas. Por ello grabaron estas ciencias en unas columnas de piedra, de modo que se las pudiera hallar tras el diluvio: una era de la piedra llamada mármol, que no puede quemarse al fuego, el otro monumento era de ladrillos, que no pueden disolverse en el agua 2.

Hermorian-Nemrod
Luego, tras el diluvio, el gran Hermorian 3, hijo de Kush -y Kush era hijo de Cam, segundo hijo de Noé- Hermorian fue llamado “el padre de la sabiduría”, a causa de aquellas columnas, que halló tras el diluvio, con las ciencias grabadas encima: las enseñó durante la construcción de la Torre de Babilonia, donde se le llamó Nemrod o “poderoso ante el Señor”.
Nemrod profesó la masonería -arquitectura- por deseo del rey de Nínive, su primo. Formó masones -albañiles- y los recomendó al señor del país para levantar toda la gama de construcciones entonces en boga, y les mostró signos y toques para que pudiesen entre ellos distinguirse de todo el resto de hombres sobre la tierra.
La manera de sus deberes
Primeramente, que se amen los unos a los otros y que sirvan al Señor del cielo con corazón verdadero y sincero, a fin de prevenir su futura venganza;
que sean honestos, rectos y leales hacia su señor patrón, de forma que el susodicho Nemrod pueda obtener reverencia y honor por habérselos mandado;
y que no haya maniobras, intrigas, división, disimulo ni desacuerdo entre ellos, porque de no ser así Dios los volvería mudos como en el pasado, cuando confundió su lenguaje a causa de su presunción.
Fue la primera vez que los masones se preocuparon por su oficio.

Euclides – Su deber
Después de esto, Abraham, con su mujer Sara, se fue a Egipto y allí enseñó las siete ciencias a los egipcios. Y allí, en Egipto, tuvo un discípulo excelente de nombre Euclides, que se descubrió como la gloria de aquel tiempo. Este joven desarrolló su talento hasta el punto de sobrepasar a todos los artistas que entonces había en la tierra, y por ello Abraham se complació en él. Era un gran experto y anunciaba todos los acontecimientos futuros a la inconsciente multitud.
Y sucedió en ese tiempo que los señores y los grandes de aquel país tuvieron muchísimos hijos, engendrados unos por sus mujeres y algunos por otras mujeres y damas del reino, pues Egipto era entonces una región de abundancia y… y no había lo bastante para que viviesen aquellos niños.
Por eso los grandes del país tuvieron la grave preocupación de cómo atender las necesidades de los hijos. Y el rey del país convocó un parlamento para deliberar sobre la manera en que se podría aprovisionarlos, pero no supieron hallar ninguna solución factible, salvo hacer una proclama a todo el país: si alguien pudiese comunicar qué disposiciones se podrían tomar con respecto a los jóvenes, sería bien recompensado por su labor y esfuerzo.

Tras este anuncio o proclama, se presentó el excelente doctor Euclides y dijo al rey y a sus señores: “¿Queréis entregarme a vuestros hijos para que los guíe y eduque tal como debe ser con hidalgos y concedernos, a ellos y a mí, una dotación conveniente para que los pueda regir y enseñar de acuerdo con su calidad y darles el rango [orden] que la ciencia exige?”
Y el rey otorgó y selló estas cláusulas en una carta.
Y el excelente clérigo Euclides tomó a los hijos de los señores y les enseñó la ciencia de la geometría: es decir, a construir toda clase de magníficas obras en piedra, templos, iglesias, claustros, burgos, castillos pirámides, torres y demás excelentes edificios de piedra. Y les organizó como orden, y les enseñó a reconocerse con certeza. Y confirmó los usos y costumbres de Nemrod:
Que se amen sinceramente los unos a los otros;
Que preserven la ley de Dios escrita en sus corazones;
Que guarde, ante todo, los secretos de la logia y los secretos mutuos;
Que se llamen unos a otros “compañero” y que se abstengan de todo apodo malsonante;
Que se comporten como hombres de arte y no como groseros incultos;
Que invistan a uno de los más sabios entre ellos para ser maestro del resto y supervisar la obra;
Que no traicionen la confianza depositada en ellos, ni por amor ni por inclinación a las riquezas, y que no designen a nadie falto de inteligencia para ser maestro de obras del señor, con objeto de que el oficio no pueda ser causa de escándalo;
Que denominen “maestro” al director de la obra durante el tiempo que trabajen con él.
Y el susodicho Euclides les escribió un libro de las Constituciones, y les hizo jurar según el mayor juramento en boga en aquel tiempo que observarían fielmente todas las prescripciones contenidas en las Constituciones de la Masonería.
Y decretó para ellos una paga suficiente para que pudiesen vivir como hombres de arte y de ciencia.
Decretó asimismo:
que se reunirían y se juntarían en asamblea a fin de deliberar en las materias que conciernen al oficio y arte de la geometría;
que no deberían congeniar con quien no esté debidamente calificado y regularmente ordenado [creado[ en una verdadera logia;
y que se mantendrían a buena distancia de cualquier desorden, sin lo cual Dios introduciría entre ellos una segunda confusión que se demostraría peor que la primera.
Hecho lo cual, el excelente Euclides inventó diversos raros inventos y realizó hazañas maravillosas, pues a él nada le era demasiado difícil en el contenido de las siete ciencias liberales: gracias a lo cual transformó al pueblo de Egipto en el más sabio pueblo de la tierra.

David – Su deber
A continuación, los hijos de Israel se vinieron a la Tierra Prometida, llamada ahora entre las naciones Jerusalén, donde el rey David empezó el Templo de Jerusalén, al que sus gentes llaman (Templum Domini) Templo de Diana 4. Y David amó a los constructores-masones y les mimó dándoles buenos salarios. Y les entregó sus deberes de este modo:
– que obedezcan fielmente los Diez Mandamientos que habían sido escritos por el dedo de Dios en caracteres de piedra -o Tablas de mármol- y entregados a Moisés en el santo monte Sinaí, y ello con celeste solemnidad: miríadas de ángeles con carros de fuego los escoltaban en cortejo, lo que prueba que la escultura en piedra es de institución divina.
Así como otras numerosas cosas que les dio como deberes tal como los trajo de Egipto, según los había recibido del famosísimo Euclides; y otras obligaciones que escucharéis más adelante.

Salomón y Hiram
Tras ello, David pagó su tributo a la naturaleza. Y Salomón, su hijo, realizó el Templo que su padre había empezado; y diversos albañiles-masones de varios países se reunieron, de modo que fueron ochenta mil, trescientos de los cuales estaban calificados y fueron designados vigilantes de la obra.
Y había en Tiro un rey llamado Hiram que amaba mucho a Salomón, y le dio madera para su obra. E igualmente le envió a un artista que era el espíritu de la sabiduría; su madre era de la tribu de Neftalí y su padre un hombre de Tiro; su nombre era Hiram. El mundo no había producido otro igual hasta ese día.
Era un maestro masón de un saber y de una generosidad extremos. Fue el maestro masón de todos los edificios y de todos los constructores del Templo y de todas las obras talladas y esculpidas en el Templo y a su alrededor, tal como se ha escrito en el primer libro de los Reyes, en sus 6º y 7º capítulos.
Y Salomón confirmó a la vez los deberes y las costumbres que su padre David había dado a los masones; y así, el excelente oficio de la masonería se consolidó en Jerusalén y Palestina y en diversos otros reinos.
Las gentes del oficio se dispersaron por lejanas tierras y enseñaron su arte de modo creciente; y algunos fueron calificados para enseñar a otros e instruir a los ignorantes, de manera que el oficio empezó a tener un aire espléndido y glorioso en el mundo, y principalmente en Jerusalén y en Egipto.

Minus Greenatus y Carlos Martel
En esa época, el masón ávido de ciencia Minus Greenatus, llamado el Verde 5, que se había empleado en la construcción del Templo de Salomón, se vino al reino de Francia, y enseñó el arte de la masonería a los hijos del arte de este país.
Y en Francia, hubo un príncipe de linaje real, llamado Carlos Martel, que amó a Minus Greenatus por encima de lo expresable, debido a su inteligencia en el arte de la masonería. Y el susodicho Carlos Martel adoptó las costumbres de los masones; y luego, se fue a su propio reino -pues parece que no era francés- y llevó consigo a buen número de magníficos masones, y les acordó buenos salarios. Y los organizó como orden, tal y como Greenatus le había enseñado, les otorgó una carta y les mandó que se reuniesen con frecuencia para mantener un buen orden en el seno de sus propios grupos. Y así llegó el oficio a Francia.

San Albano
Durante todo este período, Inglaterra se halló desprovista de masones, hasta los tiempos de San Albano. En esa época, el rey de Inglaterra era un pagano; y construyó la ciudad que luego se llamaría Saint Albans. En tiempo de Albano, hubo un hombre excelente que era intendente en jefe del rey y que gobernaba el reino.
Y empleó masones para construir las murallas de Saint Albans. E hizo masones a sus principales compañeros. Y aumentó un tercio su paga en relación a la precedente; y les otorgó tres horas diarias para recrearse, con objeto de que su empleo no les resultase penoso y que no vivieran como esclavos sino como hidalgos del arte y de la ciencia.
Y prescribió también que un día, en el mes de Junio de cada año, tuviese lugar una asamblea y una fiesta con el fin de mantenerse… y la unidad entre ellos, y que ese día, el de San Juan, hizarían su estandarte real con los nombres y títulos de todos los reyes y príncipes que habían sido recibidos en su asociación, al igual también que las armas de los masones con las armas del Templo de Jerusalén y de todos los monumentos famosos del mundo.
Todas estas franquicias, este noble hombre las obtuvo del rey, y les hizo conceder una carta para que se mantuviesen para siempre sin cambios. Además, recibieron la siguiente divisa en letras de oro en campo de púrpura con arena y plata: Invia virtuti via nulla («En la vía de la virtud no hay caminos»).

Athelstan y Adriano
Más tarde sobrevinieron grandes guerras en Inglaterra; la regla de buena conducta fue abandonada también hasta el reinado de Athelstan, que fue un buen rey de Inglaterra y puso en paz al país, construyó gran número de excelentes y suntuosos edificios, como abadías, iglesias, claustros, conventos, castillos, torres, fortalezas, murallas y toda suerte de monumentos destacables. Se comportaba como hermano afectísimo con todos los masones calificados.
Asimismo, tenía un hijo cuyo nombre era Adriano 6. Y el tal Adriano, en lo que le concernía, apreciaba tanto a los masones que no podía ni comer ni beber si no era en su presencia. Era un espíritu noble y generoso, lleno de arte y de práctica. Prefería reunirse con los masones que con los cortesanos de la corte de su padre: se sentía más atraído por entrevistarse con los masones; así aprendió su arte y entró en la orden.
Gratificó al conjunto de maestros de la fraternidad con escuadras de oro y compases de plata con puntas de oro, plomadas de oro puro, paletas de plata

y todos los demás utensilios adecuados. Hizo además que su padre les concediese una carta y poderes para celebrar cada año una asamblea de masones en la que cada masón debería dar cuenta de su capacidad y su experiencia. Y, en esas reuniones, les impuso nuevos métodos de secreto y les enseñó las buenas costumbres según las reglas de Euclides y Hiram, y otros famosos notables. Y cuando se cometía un delito en el Oficio, infligía un justo castigo al culpable. Se consagró a la liquidación del vicio e incitó públicamente a la virtud.

La asamblea de York
Más tarde, se fue a York y allí hizo masones, les dio sus deberes y les enseñó las costumbres de la masonería. Y escribió un libro de las Constituciones y ordenó que desde entonces la regla fuese mantenida por siempre más. Y tomó disposiciones según las cuales el oficio se regularía de reinado en reinado tal como entonces se dispuso y acordó por los más eminentes de aquella asamblea.
Además, hizo una proclama por la cual todos aquellos masones que disponían de certificados o atestados por escrito de sus viajes, y de su capacidad y experiencia deberían presentarlos para probar su arte y su comportamiento anteriores; y se aportaron unos en hebreo, otros en griego, latín, caldeo, sirio, francés, alemán, eslavo e inglés, así como en otras varias lenguas, y el contenido era el mismo. Hecho lo cual, el famoso Adriano les recordó la confusión que había tenido lugar en la construcción de la Torre de Nemrod, y que si deseaban que Dios les favoreciese, a ellos y a sus acciones, nunca más deberían sentirse tentados o atraídos por la idolatría, sino honrar sinceramente y adorar al Gran Arquitecto del cielo y de la tierra, manantial y fuente de todo bien, que edificó la forma visible de todo y puso sus cimientos sobre las aguas profundas, y dio al mar el mandamiento de ir hasta allí y no más lejos, al gran señor del cielo y de la tierra, al único protector del hombre y de sus animales, él que rige y gobierna el cielo, la luna y las estrellas. Les dio por añadidura la posibilidad de medir su Omnipotencia con el compás de su inteligencia para que tengan mayor horror de ofenderlo. Y otras muchas máximas divinas que les puso en la memoria.
Y encargó que se hiciera un libro en el que se relatara el modo en que se inventó el Oficio en sus inicios y que se leyese cada vez que se hiciese un masón (y si más adelante viniese a perderse, ya no habría verdaderamente ninguna excusa para escapar a su castigo); y que se le de su deber de acuerdo con ese libro. Y que a partir de aquel tiempo, los masones mantengan estas formas y estas disposiciones, en la medida en que los hombres pueden controlarlas.
Y, por añadidura, en asambleas particulares hubo diversos deberes añadidos paulatinamente, por consejo de maestros y compañeros, en lo tocante a su actitud y comportamiento en todos los ámbitos propios de la masonería.

El deber
Exhortación
Que todo hombre que sea masón o que entre en la asociación para ampliar y satisfacer su curiosidad preste atención a la siguiente obligación.
Si alguno de vosotros es culpable de uno de los actos inmorales que siguen, vea de arrepentirse y enmendarse con premura, pues hallaréis que es duro caer en las manos de nuestro Dios irritado; y muy especialmente vosotros que estáis bajo juramento, cuidaos de preservar la promesa y juramento que habéis hecho en presencia de Dios Todopoderoso. No imaginéis que una restricción mental o un equívoco pueda servir ya que, podéis tener la certeza, cada palabra que habéis pronunciado durante todo el tiempo de vuestra recepción es un juramento, y Dios os juzgará según la pureza de vuestro corazón y la limpieza de vuestras manos. Jugáis con una herramienta de filo cortante, cuidaos de que vuestra salvación no quede privada por una satisfacción aparente.

Deberes generales
Primeramente, serviréis al verdadero Dios y observaréis sus preceptos en general y particularmente los Diez Mandamientos entregados a Moisés en el monte Sinaí, tal como los hallaréis expuestos íntegramente en el pavimento del templo.
En segundo lugar, seréis fiel y constante para con la Santa Iglesia católica 7 y rehuiréis, según vuestro conocimiento, toda herejía, cisma o error;
3º) Seréis leal a la logia y guardaréis todos los secretos que a ella se refieran;
4º) Seréis leal al Rey legítimo del reino, rogaréis por su salvación en toda ocasión propicia en que rezaréis por vos mismo, y no tomaréis parte en ningún plan de traición hacia su persona y su gobierno:
5º) Os amaréis y seréis leales los unos con los otros y haréis a vuestros prójimos o compañeros tal y como querríais que os hicieran;
6º) Mantendréis relaciones leales y confiadas con todos aquellos maestros y compañeros que sabréis que han sido recibidos regularmente en la orden; preservaréis sus secretos, os opondréis con todas vuestras fuerzas a que se les perjudique, apoyaréis su honor y su prestigio;
7º) Que todos los masones dispongan de una verdadera logia, estancia o sala para hablar y juzgar de todo lo tocante a la honestidad y conducta moral, donde podrán reavivar sus recuerdos sobre desaparecidos eminentes;
8º) Sed leal y honesto hacia el señor o patrón, haced su obra fielmente, haced todo lo posible para asegurar su provecho y beneficio, no le estaféis en nada, sea lo que sea, para que no tenga motivo alguno de queja y que obtengáis honor por ello;
9º) Llamaréis “masones” a vuestros compañeros y hermanos, y no les daréis apodos irreverentes que pudieran dar pie a disputas, divisiones y arrebatos que pudieran ser causa de escándalo;
10º) Que ningún maestro o compañero, por vicio o impiedad, induzca a la mujer, la hija o la sirvienta de otro compañero al adulterio o fornicación;
11º) Poned mucho cuidado en pagar fiel y honestamente vuestra cuenta (escote, cuota): comida, bebida, lavandería y alojamiento, cuando estáis en pensión;
12º) Aseguraos de que, allá donde os alojéis, no se cometa exceso alguno por cuya causa el Oficio pueda ser difamado;
13º) Observad atenta y fielmente el día del Señor, absteniéndoos de toda obra y tarea mala, dedicaos a emplear ese día al servicio y búsqueda del verdadero Dios, a evitar que las facultades de vuestra alma vagabundeen tras las vanidades de este mundo, a rogar a Dios que santifique vuestra voluntad, vuestra inteligencia y vuestra memoria así como a vuestra razón y a vuestros sentimientos;
14º) Considerad asunto propio aliviar a los pobres según vuestro talento y vuestros recursos, no dejéis que vuestra prudencia suplante a vuestra caridad, con la idea de que éste o aquél es indigno o no está necesitado, muy al contrario no perdáis ocasión, ya que dais por amor a Dios y en obediencia a sus mandamientos;
15º) Visitad a los enfermos, reconfortadles, orad por ellos y no les dejéis en un desamparo que esté en vuestra mano socorrer; si Dios les llama de aquí abajo, participad y asistid a sus obsequias;
16º) Sed bueno y afable con todos, pero muy especialmente con las viudas y los huérfanos, poneos decididamente de su parte, defended sus intereses, aliviad su indigencia: incluso si es pan echado a inciertas aguas, por la bendición particular del cielo se os devolverá con un interés septuplicado y se os garantizará una inversión en el otro mundo;
17º) Nunca beberéis hasta embriagaros, ya que es una ofensa a Dios y, además, seríais entonces capaz de revelar los secretos de la logia y así haceros perjuros;
18º) Os abstendréis de toda diversión escandalosa y profana, de juegos de azar y de cualesquiera otros juegos ruinosos;
19º) Desterraréis cualquier clase de lenguaje lascivo así como de todo lenguaje, posturas y gestos obscenos, puesto que todo ello sólo place al Maligno y nutre la lujuria;
Estos son los deberes generales a los que todo masón debería atenerse, sea maestro o compañero. Es muy deseable que los conserven cuidadosamente en su corazón, su voluntad y sus sentimientos; y, haciéndolo, se harán famosos en las futuras generaciones. Y Dios bendecirá a su posteridad y les dará un hermoso talento y distribuirá sus descendencias en agradables lugares.

Deberes de los maestros y compañeros
Los deberes que incumben a los maestros y compañeros son los que siguen:
En primer lugar, ningún compañero se hará cargo de la obra de un señor o de otro amo, si no se siente hábil y capaz por sí mismo de terminarla, de modo que el Oficio no sufra desdoro y que el señor o patrón no se vea engañado, sino lealmente servido por su paga.
Si un masón se ha hecho cargo de una obra o se halla en posición de maestro de una obra, no será expulsado si es capaz de acabarla.
(2) Item, ningún maestro o compañero tomará a un aprendiz para su admisión por un plazo inferior a los siete años, y el aprendiz deberá ser válido de miembros y tener buen resuello.
(3) Item, ningún maestro o compañero recibirá dinero antes de su contratación sin el consentimiento de la logia.
(4) Item, ningún maestro o compañero se permitirá hacer un masón sin la presencia de, al menos, cinco o seis de sus compañeros y que estén debidamente juramentados.
(5) Item, ningún maestro o compañero no hará a destajo la obra de un señor que, normalmente, fuese por jornada.
(6) Item, ningún maestro dará a su compañero más paga que la merecida, de forma que el amo no quede desengañado por obreros ignorantes.
(7) Item, ningún compañero difamará a otro a sus espaldas, razón por la cual pudiera perder su buena reputación o sus bienes terrenales.
(8) Item, ningún compañero, en una logia o fuera, responderá a su compañero de modo irrespetuoso.
(9) Item, nadie, allá donde exista una logia de compañeros, irá de noche a la ciudad sin que vaya con él un compañero que pruebe que es hombre honesto o que se le puede suponer tal.
(10) Item, todo maestro o compañero se presentará a la asamblea a la primera convocatoria, si se celebra en los límites de las cinco millas de su casa, y permanecerá en ella a cargo de sus compañeros o de su maestro.
(11) Item, todo maestro y compañero rogará por su superior y le tendrá veneración.
(12) Item, todo maestro y compañero que haya cometido un delito se someterá al arresto de sus maestros y compañeros, en función del informe hecho a su intención; y, si el asunto no puede resolverse de otro modo, deberá tratarse en asamblea.
(13) Item, ningún maestro fabricará plantilla, escuadra o regla alguna para un aparejador o un montador 8 de piedras sin argamasa (cowan).
(14) Item, ningún maestro, en una logia o fuera, confiará a un aparejador un molde de piedra o de otro tipo, salvo para su propia formación.
(15) Item, todos los masones recibirán a los masones extranjeros en sus propios grupos a lo largo y ancho del país al que hallan interés en visitar, y se pondrán al trabajo según las reglas: es decir, si hay un elemento esculpido que colocar, que dispongan de dos semanas por lo menos y que se les dé su salario; y si no lo hay, que se les restaure con comida y bebida para que puedan sostenerse hasta llegar a la siguiente logia.
(16) Item, nadie que sea de la orden se quedará a escuchar a alguien que no mide correctamente sus palabras ni sus pasos, pero si prueba de sí mismo que es un hombre, entonces estaréis obligados a abrazarlo y a hacerle las cortesías del oficio.
(17) Item, todos los masones serán honestos en su obra, ya sea a destajo o por jornada, y la llevarán lealmente hasta su culminación, actuando como les es debido.

(18) Item, ninguna logia o quorum de masones dará súbitamente a alguien el secreto real, muy al contrario, con gran circunspección: primero, que aprenda sus preguntas de memoria, luego sus símbolos; después, haced lo que la logia juzgue mejor.

El deber del aprendiz
En primer lugar, será fiel a Dios, a la Santa Iglesia católica, al rey y al maestro al que servirá.
(2) No robará ni desviará los bienes de su amo o ama, y no se ausentará de su servicio ni saldrá de su casa cuando desee, de día o de noche, sin su permiso.
(3) No cometerá adulterio ni fornicación, dentro o fuera de casa de su amo, con la hija o la criada o de otro modo.
(4) Preservará el secreto de todas las cosas dichas dentro o fuera de la logia, cámara o sala por un compañero, un maestro o un hermano.
(5) No se entregará a una polémica impregnada de insubordinación.
(6) Divulgará todo secreto que pudiese provocar conflicto entre masones, compañeros o aprendices; pero se comportará con deferencia hacia todos los franc masones, con objeto de ganar hermanos para su maestro.
(7) No tendrá por costumbre jugar a las cartas, a los dados o a cualquier otro juego o juegos ilícitos.
(8) No sustraerá ni robará ningún bien a nadie ni se asociará a esto durante su aprendizaje, sino que bien al contrario se opondrá con todas sus fuerzas e informará de ello a su maestro o a cualquier otro masón con toda la prisa posible y deseable.

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Preguntas y respuestas
(1) ¿Quién sois?
Soy un hombre.
¿Cómo puedo saberlo?
Por todos los signos verdaderos comunicados en la primera parte de mi recepción, que callaré y ocultaré.
¿No sois algo más…?
Sí, tan sólo soy un hombre, engendrado de un hombre y nacido de una mujer, y sin embargo tengo por hermanos poderosos reyes y grandes príncipes.
¿En qué logia fuisteis recibido?
En la verdadera logia de San Juan.
¿Dónde debe celebrarse (tenerse) una logia?
En la cima de una montaña o en lo alto de un pantano, allí donde no se escuche ni el canto de un gallo ni el ladrido de un perro.
¿Qué altura tiene vuestra logia?
Innumerables pulgadas y palmos.
¿Qué quiere decir innumerables?
Hasta los cielos materiales y el firmamento estrellado.
¿Cuántas columnas tiene vuestra logia?
Tres.
¿Cuáles?
La escuadra, el compás y la Biblia.
¿Donde se guarda la llave de vuestra logia?
En una caja de hueso recubierta de pelo hirsuto.
Dadme las características de vuestra caja.
Mi cabeza es la caja, mis dientes son los huesos, mis cabellos son el pelo, mi lengua es la llave.
¿Cómo fuisteis introducido?
De modo humillante, con una cuerda alrededor del cuello.
¿En qué postura estabais durante vuestra recepción?
Ni sentado ni de pie, ni corriendo ni andando, sino sobre mi rodilla izquierda.
¿Por qué una cuerda en torno al cuello?
Para colgarme si traicionaba la confianza puesta en mí.
¿Por qué sobre la rodilla izquierda?
Porque debía estar en una de las más humildes posturas para recibir el secreto real.
¿A qué deber estáis sometido?
A un gran juramento.
¿Qué castigo se inflige a quienes revelan el secreto?
Se les arrancará el corazón en vivo, su cabeza será cortada y el cuerpo será sepultado en las dunas del mar y no en lugares en los que se entierra a los cristianos.
¿Cuántas luces hay en vuestra logia?
Dos.
¿Cuáles?
El sol, que se levanta al Este y pone a todos los hombres al trabajo, y que se oculta al Oeste y así manda a todos los hombres a la cama.
¿De qué manera está dispuesta vuestra logia?
De Este a Oeste, porque todas las iglesias y templos sagrados están dispuestos así, y particularmente el Templo de Jerusalén.
¿Hiram no habría podido establecer los cimientos del Templo de Sur a Norte, mejor que de Este a Oeste?
No, no podía hacerlo.
Dad una razón para ello.
David prescribió que los cimientos del Templo se establecieran sobre una era de trilla para el trigo, tal y como podéis leerlo en la Santa Biblia, donde se le llama era de Ornán el Jebuseo 9.
Asimismo, podéis leer en las Santas Escrituras que el Arca del Señor, en la que se guardaba la Alianza entre Dios y los hombres así como las dos Tablas de mármol con los Diez Mandamientos escritos por el dedo de Dios, quedó retenida durante tiempo considerable, por mala suerte, en la dicha era de Ornán, lo que obligó a asentar los cimientos de Este a Oeste, conforme a la posición de las dos Tablas.
¿Qué es la masonería?
Una obra de escuadra.
¿Qué es un masón?
Un obrero de la piedra.
¿Reconoceríais a vuestro maestro, si le vierais?
Sí.
¿Cómo le reconoceríais?
Por su vestido.
¿De qué color es su vestido?
Amarillo y azul, lo que significa el compás, que es de cobre y de hierro.
¿Qué mortero emplearon los masones en la construcción del Templo?
Exactamente el mismo que en la construcción de la Torre de Nemrod, o sea barro hecho de un tipo de tierra rojiza que afinaban y pulverizaban en el interior del muro, cuando las piedras ya estaban colocadas; era un cemento natural o alquitrán.
¿Qué escalera tuvieron para la construcción del Templo?
La de Jacob, que se alzaba entre cielo y tierra.
¿Cuántos peldaños había en la escalera de Jacob?
Tres.
¿Cuáles?
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
¿Cuántas flores hay en ramillete del masón?
Tres y doce.
¿Cómo las llamáis?
La Trinidad y los doce Apóstoles.
¿Quién era maestro masón en la construcción del Templo?
Hiram de Tiro.
¿Quién puso la primera piedra en la fundación del Templo?
El susodicho Hiram.
¿En qué emplazamiento puso la primera piedra?
En el ángulo Sudeste del Templo.
¿Qué dijo al depositarla?
¡Que Dios nos ayude!
¿Cuál fue la mayor maravilla vista u oída en el Templo?
Dios fue hombre y un hombre fue Dios, María fue madre y no obstante virgen10.
¿En qué sentido es buena la noche?
La noche es mejor para escuchar que para ver.
¿Para qué es bueno el día?
El día es mejor para ver que para escuchar 11.
¿Qué hizo el segundo hombre cuando el primer hombre murió?
Culminó la obra que el primer hombre había proyectado; así sucedió con el rey David, que había proyectado construir el Templo, pero al que la muerte se lo impidió: fue Salomón quien lo realizó.
¿Qué significa el estanque (recipiente) de bronce que Hiram modeló y que sostuvo sobre doce bueyes, tres mirando al Norte, tres al Sur, tres al Oeste y tres al Este?
En aquella época estaba destinado a los sacerdotes para bañarse y lavarse; pero ahora vemos que era una imagen de la sangre de Cristo, sangre destinada a purificar los pecados y a lavar a los elegidos, y los doce bueyes eran una imagen de los doce Apóstoles que lucharon contra todo paganismo y ateísmo, sellando con su sangre la causa de Cristo.
¿Qué significaba la puerta de oro del Templo, por la cual se entraba al Sancta Santorum?
Era otra imagen de Cristo, que es la puerta, el camino, la verdad y la vida, por quien y en quien todos los elegidos entran en el cielo.

Saludos de los extranjeros
– Los Venerables Maestros de nuestra logia me dirigen a vosotros y os saludan cordialmente, deseando que esta visita mía os recuerde vuestra benevolencia hacia ellos.
– Y nosotros, maestros y compañeros de esta logia, os deseamos una cordial bienvenida, rogándoos de inmediato que uséis libremente lo que veis, comunicándonos vuestros deseos y reclamando nuestra asistencia, que está a vuestra disposición en todo momento y ocasión: henos aquí para continuar honrándoos, amaros y serviros.
Cuando entréis en una estancia, debéis decir: “¿La casa está limpia?”. Si se responde: “Da asco” o “está mal cubierta”, debéis permanecer silenciosos ante esta respuesta. Es el punto más esencial en lo que atañe a la masonería.

Preguntas referentes al Templo
1. ¿Qué significa el Templo?
El Hijo de Dios y, en parte, la Iglesia; el Hijo padeció que su cuerpo fuese destruido y resucitó al tercer día, y edificó para nosotros la Iglesia cristiana, que es la verdadera iglesia espiritual.
2. ¿Qué significa el mármol blanco?
Cristo es el mármol blanco sin mácula, la piedra que los constructores han rechazado, pero que Dios ha escogido entre las restantes para que el Templo pueda construirse.
3. El misterio de la madera de cedro.
La madera de cedro, de ciprés y de olivo no estaba sujeta a la putrefacción y no podía ser devorada por los gusanos; de igual modo, la naturaleza humana de Cristo no estuvo en absoluto sujeta a la putrefacción ni a la corrupción.
4. El misterio del oro.
El oro y las piedras preciosas significan la divinidad de Cristo, en quien ésta reside plenamente, pues él es su fuente.
5. El misterio de los querubines.
En primer lugar, significan la gloria celeste y la vida eterna venidera; presentados a imagen del hombre, representan la asamblea de ángeles benditos y de santos que cantan Te Deum laudamus.
En segundo lugar, los dos querubines 12 sobre el propiciatorio en el Coro Santo representan el Antiguo y el Nuevo Testamento conteniendo la doctrina de Cristo y, al igual que sus alas se tocan la una con la otra, así el antiguo y el Nuevo testamento están uno junto a otro, el fin del uno comenzando el otro, uno conteniendo el primer mundo y el otro el fin del segundo mundo; ambos se relacionan con Cristo, a quien se enviaron los ministros de dios.
6. El misterio de la puerta de oro del Templo.
Cristo es la puerta de la vida, por quien debemos entrar en la eterna felicidad; los dos batientes de la puerta significan el doble conocimiento que debemos tener antes de penetrar: es decir, de su persona y de su función.
7. ¿Qué significa el velo?
El Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, suspendido sobre el altar de la Cruz, es el verdadero velo colocado entre Dios y nosotros 13, poniendo en la sombra por sus llagas y y su sangre la multitud de nuestras ofensas, para que nos volvamos aceptables a Dios.
8. El Arca de la Alianza.
Representa tanto a Cristo, salvador nuestro, como los corazones de los fieles. Puesto que, en el pecho de Cristo, se hallaba la doctrina, tanto de la Ley como del Evangelio: también es así para los fieles, aunque en distinta medida. Cristo fue el verdadero maná que descendió para dar vida al mundo. Las Tablas de la Ley nos incitan al amor y a la obediencia. La vara de Aarón cubierta de flores significa la dulzura del Evangelio y la gloria de nuestro gran sacerdote Jesucristo, cuya imagen fue Aarón.
9. El misterio del altar.
El altar de cuatro cuernos de oro, parcialmente en madera de acacia y parcialmente en oro con recubrimiento de oro, representa la unidad de la humanidad y de la divinidad de nuestro Salvador; en efecto, al igual que lo que era naturalmente incorruptible se embellecía con oro, asimismo la humanidad de Cristo, no sujeta a la putrefacción- adornada por la gloria celeste de la divinidad y unida en su persona a la naturaleza divina, ascendió a los cielos y se halla entronizada a la derecha de Dios su Padre, coronada por la corona de majestad y de alegría eterna.
10. El misterio del candelabro de oro.
El candelabro de oro, con sus seis brazos y sus siete luces, representa a Cristo y a los ministros. Cristo, el fundamento, es el sumo sacerdote y la luz del mundo que nos ilumina y nos guía hacia la vida eterna; los doctores e instructores de la Iglesia son las ramas, que Cristo ilumina con la santa doctrina del Evangelio; por ello, no deben separarse de Cristo, sino que, por la luz de la doctrina, han de ser una lámpara en nuestros pasos; y, así como todas las ramas quedaban reunidas en el candelabro, así cada ministro e hijo de Dios debe estar unido al cuerpo de Cristo sin separación alguna. Las flores y los lirios designan las gracias de su Espíritu que ha concedido a los ministros de la fe. Las luces y las lámparas recuerdan a todos los ministros de Dios que le den sus cuidados y su celo.
11. El misterio de la mesa de oro y de los panes de la Presencia.
La mesa rodeada de un precioso recubrimiento significa los ministros del Evangelio, los panes representan a Cristo, que es el pan de vida.
12. El misterio de la viña de oro y de los racimos de cristal.
La viña al Este del Templo, hecha de oro relumbrante, asemeja a nuestro Cristo, que se comparó a sí mismo con una viña y a los fieles con sarmientos; los racimos de cristal representan la doctrina del Evangelio y las obras de los fieles, que son la fe, el amor, la esperanza, la caridad, la paciencia, la plegaria y las acciones de gracias para quien quiera que crea.
13. El estanque de bronce, su misterio.
El estanque de bronce era una imagen del bautismo y del agua viva que salía de las llagas de Cristo, representando los doce bueyes a los doce Apóstoles.
Altura y anchura del Templo
Tenía 100 codos de largo y 120 codos de altura. El Coro Santo estaba al Oeste, y las piedras de mármol en el Templo tenían 25 codos de largo, 12 codos de ancho y 8 codos de alto 14.

Preguntas y respuestas
1 ¿Cuántas luces hay en esta logia?
Tres.
2 ¿Cuáles?
El maestro, los compañeros y el vigilante.
3 ¿En qué forma están dispuestas las luces?
Una al Este, una al Oeste y una en el centro.
4 ¿Para qué sirve la del Este?
Para el maestro; la del Oeste para los compañeros de oficio y la del centro para el vigilante.
5 ¿Qué hay detrás del vigilante?
Tres estantes.
6 ¿Qué hay en ellos?
Hay tres reglas.
7 ¿Cuáles?
De 36 pies, de 34 pies y de 32 pies.
8 ¿Para qué?
La de 36 pies para servir de nivel, la de 34 pies para servir de falsa escuadra -baivel- 15 y la de 32 pies para medir el terreno.
9 ¿De qué forma llegó la Palabra por primera vez?
Se le comunicó al rey David, mientras hacía tallar piedras en la montaña, para poder distinguir a los obreros de los peones; luego, plugo a Dios llamar al rey David, le sucedió Salomón y fue a él a quien se la dio.
10 ¿Qué longitud tiene vuestra cuerda?
Es tan larga como desde mi ombligo hasta la raíz de mis cabellos.
11 ¿Por qué razón?
Porque todos los secretos reposan ahí.
12 ¿Por qué o por quién os mantenéis firme en vuestros principios?
Por aquél que se mantuvo firme en lo más alto del pináculo del Templo.
13 ¿De qué modo se construyó el Templo?
Con Salomón y con Hiram, que proporcionó las herramientas para esta obra: era Hiram, el que fue traído de Egipto 16; era hijo de una viuda; proporcionó todo tipo de utillaje: picos, azadas (layas), palas y toda suerte de cosas referentes al Templo.
14 ¿Dónde reposa el maestro?
En un abrevadero de piedra (pilón), bajo la ventana del Oeste, mirando hacia el Este y aguardando el despuntar del sol para poner a sus hombres al trabajo.
15 ¿Dónde se redescubrió el noble arte o ciencia, tras haberse perdido?
Volvió a hallarse sobre dos columnas de piedra, una que no debía hundirse y otra que no debía quemarse.
El blasón 17

Salomón erigió dos Nombres admirables: el de la derecha llamado Jakin, o sea “en él hay fuerza” 18, demuestra no sólo por la materia sino también por el nombre de estas dos columnas con qué firmeza el escogido se yergue ante Dios, a la vez en el presente y en el tiempo venidero: para el presente, los hijos de Dios han recibido internamente la fuerza, para el futuro Dios los establecerá con su Espíritu de gracia, de modo que nunca jamás se separarán de él.
Y, además, se me ha enseñado por añadidura este dato: estos dos Nombres parecen designar, asimismo, las dos iglesias, de los judíos y de los gentiles. La de los judíos se designa por Jakin, puesto que Dios quería con el tiempo erigirla, en su época, aunque ésta no ha hallado su equilibrio debido a la obstinación de espíritu con la que los judíos debían rechazar a Cristo en su venida; la de los gentiles por Boaz, a la izquierda, a causa de su fuerza actual, que estuvo en ella cuando se adhirió a Cristo desde la primera prédica.
Cristo inscribirá sobre estas columnas mejores nombres que los de Jakin y Boaz, pues, ante todo, grabará el nombre de su Dios para que sea a todos evidente que estos hombres han sido elegidos entre los demás para ser el pueblo particular de Dios; de igual modo en nosotros, así como todo… que están ostensiblemente marcados, los cuales, por sus títulos, manifiestan a cada cual a quién pertenecen. En este sentido fue dicho: “Sabrán que Te he amado”; por esta causa también “Santidad al Señor” se escribió en los pequeños cascabeles que colgaban de los caballos, en el profeta Zacarías, capítulo 14, versículo 20.
FINIS
Un caput mortuum veis aquí
Para recordar la condición mortal
Ved las grandes fuerzas… cayeron
Pero establecer… en el cielo reside
Que todas vuestras acciones sean justas y verdaderas
Manteneos en el de la esfera a vosotros asignada
Estad prestos, pues vuestro fin postrero comienza a asomar.

Traducción y notas: Ferrán Iniesta

Notas

* Tanto para las lagunas que presenta el manuscrito original (Ms., en abreviación) como para algunas de las notas que seguirán, se han seguido los criterios de Jean-François Var, en «Villard de Honnecourt» Nº 7, 1983. Asimismo, sobre determinados aspectos simbólicos del Manuscrito Dumfries recomendamos la lectura de «Luces sobre la Masonería de los Antiguos Días», de Denys Roman.

2 Explicación frecuente que sorprende por su irrealismo, que debiera haber sido evidente para constructores experimentados: la realidad es justamente la inversa, resistiendo al fuego el ladrillo y al agua el mármol.

3 Cam, padre de Cush y abuelo de Nemrod, abre un linaje meridional -de hecho la humanidad negra conocida en la época- y muy centrado en el antiguo valle del Nilo: de ahí la asimilación que el Ms. hace de Hermes o Hermorian con Nemrod, colocando así correctamente en el linaje de Cam a la divinidad de la sabiduría egipcia Thot-Hermes.

4 Una de las siete maravillas del mundo antiguo, en Efeso. Puede ser también una deficiente lectura de las iniciales de Templum Domini.

5 Personaje que establecería el enlace entre Palestina y Europa, tal vez denominado así por una mala transcripción de Mamon Grecus (sugerido por Paul Naudon), que habría dado un Name Greek -nombre griego- para un primer copista y finalmente una latinización en Namus Greecus hasta dar el curioso resultado del Ms. Dumfries nº 4.

6 En la leyenda de Athelstan, su hijo es Edwin. En el texto puede que se le de el nombre del emperador Adriano en razón de su estancia en Inglaterra, donde hizo construir la larga muralla de contención de los bárbaros que llega justamente hasta las inmediaciones del pueblo de Dumfries, en la frontera anglo-escocesa. Adriano, asimismo, fue el reconstructor de Jerusalén.

7 Naudon y Var discrepan acerca del sentido concreto de Iglesia Católica en el Ms. Mientras el primero considera que la denominación es una prueba de la persistencia del catolicismo romano en la masonería operativa inglesa o escocesa, el segundo considera que Católica es un atributo que reclama asimismo la Iglesia Anglicana y que puede significar simplemente universal o verdadera. La posición de Var parece más argumentada, ya que en 1710 habría sido una imprudencia temeraria llamar a la desobediencia abierta contra la Iglesia oficial, la anglicana, en un pueblo fronterizo entre dos países protestantes, y no parece ser ese el ánimo del texto.

8 Constructores en piedra sin cimentar, sobre todo en los largos muros de las tierras escocesas, y que no eran aceptados en la fraternidad masónica operativa. Más tarde, cowans designa a los masones no reconocidos como miembros regulares de la orden.

9 En efecto, el monte Moriah fue la base del Templo, abriendo sus accesos al Este, Sur y Oeste, debido a que por el lado Norte daba a un talud o fuerte desnivel. Este hecho explica la orientación y aperturas de las logias masónicas.

10 Para Naudon, la virginidad de María señalada en el Ms. indica su enraizamiento católico. Para Var, los anglicanos en particular y los protestantes en general consideran a María virgen en el momento de la concepción de Jesús, y por ello el dato no es significativo.

11 Fórmula masónica habitual en otros textos, para el mutuo reconocimiento “El día se hizo para ver y la noche para oir”.

12 Los querubines eran seres intermediarios entre humanos y dioses en el mundo asirio-mesopotámico (karibú en acadio), enmarcando la entrada a templos y palacios, en figuras que combinaban rasgos de humano, toro, león y alas angélicas. La Biblia habla de ellos en el Paraíso, sobre el Arca de la Alianza y precediendo el acceso al Sancta Sanctorum del Templo.

13 Cristo, en San Pablo, es el mediador encarnado, como el velo del Templo que daba acceso al misterio de la Teofanía. El velo de Isis, para los egipcios y herméticos, tuvo ese mismo sentido: el velo masónico guarda el misterio de la Verdad y, al mismo tiempo, permite ir hacia ella.

14 No son las medidas dadas en el Antiguo Testamento: 60 codos de longitud, 20 de anchura y 30 de altura (Reyes 1, 6, 12).

15 El baivel o falsa escuadra tiene un costado curvo para perfilar las partes redondeadas de la obra.

16 La procedencia egipcia de Hiram plantea la cuestión de la raíz HRM, que tiene en común con Hermes, derivado del dios egipcio Thot, señor de la sabiduría y el arte. Tampoco parece casual que el término para albañil o constructor más propio del hebreo fuese amon, que coincide con una de las divinidades primordiales del Alto Egipto, el mismo país en el que desarrolló su ciencia geométrica Euclides, cuyo discípulo aventajada habría sido Hiram según el Ms. Dumfries.

17 El blasón dibujado en el Ms. es el de armas de la Compañía de Masones de Londres, retomado más tarde por la Gran Logia de los Modernos y que perdura hoy en el de la Gran Logia Unida de Inglaterra, según Var.

18 El copista probablemente omitió una frase, ya que la idea de fuerza es adecuada a Boaz y no a Jakin.